viernes, 23 de noviembre de 2007

MI VECINO EL ESCRITOR

La casa de Noe Padilla, vista desde la puerta de mi casita alquilada, en Estanzuela, Zacapa (de por medio mi amado y viejo Mercedes ("el abuelo").

A Noe Padilla lo había visto varias veces: saliendo por la mañana para dirigirse a su trabajo regular de maestro, o al atardecer, cuando volvía, y algunas veces, en las primeras horas de la noche, cuando se sentaba en su sala, a la vista de todos los que llegábamos a comprar las ricas granizadas que prepara su esposa Ruby, que también trabaja como maestra. El hombre se sienta allí, con ese aire reservado que proyecta, a leer un libro o a picar las teclas de una máquina de escribir antigua. Alto, flaco, flemático, de rostro amable y de muy agradable trato, Noe, a simple vista, me pareció una persona interesante. Nos saludábamos de intercambio: “buenos días, buenas tardes, ¿Cómo le va?” Hasta que una noche el terrible calor de la apacible Estanzuela me hizo olvidar la diabetes y cruzar la callejuela empedrada para comprar una de esas deliciosas granizadas y aprovechar la oportunidad para agradecer el par de libros que, días antes, cuando mi esposa llegó a Estanzuela para visitarme en mi exilio laboral, Rubý y Noe le obsequiaron. Uno de los libros se titulaba “El pintor misterioso y otros cuentos” y el nombre del otro libro no le recuerdo exactamente, pero consistía en una reseña histórica de la nacionalmente famosa “Asociación de escritores y contadores de cuentos de Estanzuela”, Ambos escritos por puño y letra de Noe.

Debo decir que, con mucha curiosidad, leí “El pintor misterioso y otros cuentos”, que, como su nombre lo indica, es una recopilación de cuentos breves cuyo marco referencial es la gente, los campos, las aldeas, los pueblos y el costumbrismo de las pequeñas comunidades del interior de Guatemala. Encontré los relatos de Noe deliciosamente saturados de un sabor a campo, a río, a montaña, a gente de mi tierra; con sus sufrimientos, sus alegrías y con la dicha que tenemos, todos nosotros, de vivir fusionados con el paisaje incomparable de este país maravilloso. Los cuentos que integran este libro escrito por Noe (uno de muchos) han sido ampliamente galardonados en diversos eventos literarios que se desarrollan en Guatemala. Las historias (mitad realidad, mitad ficción) poseen un carácter único, y son, como debe ser la buena literatura, “grandes cosas escritas con palabras sencillas”, su contenido, moral y reflexivo es enorme, y los sentimientos que despiertan sus líneas dan paso a las más bellas emociones.

En unos minutos estaré trepando a mi cansado automóvil para dirigirme a Estanzuela, donde estaré uno o dos días. Cuando logre llegar (en tres horas, aproximadamente), después de dejar la maleta sobre el sillón, cruzaré nuevamente esa callejuela empedrada para tomar una granizada de las que prepara doña Ruby, y para saludar a mi vecino, el escritor, y pedirle encarecidamente que me haga el honor de autografiar el ejemplar que me obsequió de “El pintor misterioso y otros cuentos”.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

LA MUERTE DE LOS SUEÑOS





En una vieja película, un shaman mexicano dice estas palabras al protagonista: “Vivir es soñar, morir es despertar”. Pero ¿Quién duerme y quién vive? ¿Quién sueña y quién ha muerto? ¿Quién flota en la atrayente fantasía y quién camina en la cruda realidad?
¿Cuántos hemos deseado, en algún momento, que la muerte ponga fin a la pesadilla de la vida de ojos abiertos, y la hemos anhelado; algunos, en una simple actitud expectante; otros, yendo tras ella en un acto, según el cristal con que se mire, lleno de valor, cobardía o irremisible pecado?

Vivir, soñar; morir, despertar. ¿Hay alguna diferencia o son todas distintas caras de la misma realidad?


martes, 6 de noviembre de 2007

TALVEZ VUELVA A LLOVER MAÑANA




De nuevo ha llovido en el valle, y los cielos grises con su llanto frío traen a mi alma esa melancolía de belleza incomprendida. El sonido de su viejo canto sobre los tejados, así como la magia de su danza y el olor de sus amores con la tierra, llevaron mi pensamiento a confines donde nunca quiso estar y siempre estuvo.


Esta vez la lluvia no logró arrancarme el alma, tampoco me ha vencido con su tristeza arrolladora pues en su sonido he llegado a encontrar un canto alegre y en “las gotas que suelen estrellarse en mi corazón para deslizarse en forma de tristezas”, he encontrado una extraña alegría que alimenta mi ser llenándolo de una paz profunda.
La lluvia se ha detenido. El sol ha secado las calles y sus rayos se proyectan llenos de esperanza, atravesando un cielo que se muestra diáfano, Hoy todo los colores brillan.........talvez vuelva a llover mañana.