De nuevo ha llovido en el valle, y los cielos grises con su llanto frío traen a mi alma esa melancolía de belleza incomprendida. El sonido de su viejo canto sobre los tejados, así como la magia de su danza y el olor de sus amores con la tierra, llevaron mi pensamiento a confines donde nunca quiso estar y siempre estuvo.
Esta vez la lluvia no logró arrancarme el alma, tampoco me ha vencido con su tristeza arrolladora pues en su sonido he llegado a encontrar un canto alegre y en “las gotas que suelen estrellarse en mi corazón para deslizarse en forma de tristezas”, he encontrado una extraña alegría que alimenta mi ser llenándolo de una paz profunda.
La lluvia se ha detenido. El sol ha secado las calles y sus rayos se proyectan llenos de esperanza, atravesando un cielo que se muestra diáfano, Hoy todo los colores brillan.........talvez vuelva a llover mañana.
2 comentarios:
Oh¡ Mapache a mi también me gusta ver llover me trasmite paz y más si estoy en casa bien calentita y bien acompañada.
Gracias por visitar mi post AGUA CRISTALINA
Hola Victoria, que gusto encontrar tu huella en este lugar tan solitario. Es mi casa de invierno.
Un beso
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