sábado, 29 de septiembre de 2007

LEJANÍA




De nuevo estoy frente a la ventana que da a la callejuela empedrada donde está mi casita de pueblo olvidado, escuchando estos retazos de mi vida que, al sonar, me transportan en el tiempo a momentos lejanos y eternos. Desde levante, una suave brisa me ha traído tu aroma, refrescando esta noche en que no estás conmigo. El farol de la esquina ha visto a mi corazón huyendo; ya no está aquí metido en mi pecho, porque se ha revelado contra este sentimiento y se ha vuelto a casa para encontrarse contigo.

La gente que estaba afuera, sentada al fresco, hablando de cosas y recordando otros tiempos, se ha resguardado mientras que yo he salido, porque ha comenzado a llover y caen goterones fríos que recibo con la mirada al cielo y los brazos extendidos al viento. Mi camisa empapada es tu abrazo, y cada gota en mi rostro es un beso que viene de tu alma y me acaricia en medio de este suave murmullo que, poco a poco, se va haciendo más fuerte hasta convertirse en lamento. Un lamento que no acallará mientras no te tenga nuevamente a mi lado.



2 comentarios:

La Chachi dijo...

Esto es escribir bello...lo demas son babosadas.

Un abrazo.

Gustavo A. Abril dijo...

Qué gran honor recibir mi primer comentario, en este blog, nada menos que de una de las mejores bloggeras de la diáspora chapina.

Agradecido de todo corazón.